Cuando hablamos de texto, lo primero que tenemos que tener en cuenta es
la importancia de la elección tipográfica, algo de lo que ya habíamos hablado anteriormente.
Las tipografías tienen determinadas connotaciones dependiendo de su
forma, ya sea por su carácter histórico, su aspecto formal o por otro motivo, y
esto nos hace elegir una tipografía u otra dependiendo del texto que sea.
“Un buen tipógrafo debe saber qué tipografía conviene más al mensaje con el que se está trabajando.” Jhon Kane.
La elección tipográfica le corresponde al diseñador, y es una elección
muy importante. A veces crucial.
A la hora de elegir una tipografía, podemos clasificarlas en tipografías
creativas y de edición; Para un cuerpo de texto, buscaremos una tipografía de
edición, que favorezca la legibilidad, con una completa (que tenga cursiva,
versalitas, distinto grosor, etc.), mientras que para un titular buscaremos una
tipografía creativa, siempre y cuando sea acorde al documento que estemos
tratando.
Por esto, muchas veces encontramos autores que hablan de parejas de
tipografías, ya que lo ideal es emplear dos fuentes en un proyecto; una de
ellas que se encargue del cuerpo de texto, y otra un poco más llamativa para
titulares.
La elección tipográfica depende también del contenido del proyecto,
del público al que esté dirigido (depende de la edad del mismo, de su
formalidad, etc.), y del estilo que nos puede proporcionar el cliente.
Depende también del soporte final. No es lo mismo diseñar para
pantalla que para un soporte físico. Tenemos que tener en cuenta también que
hay tipografías pensadas específicamente para pantallas, y otras que han sido
adaptadas. La naturaleza del soporte, e incluso el método de impresión también
son relevantes en la elección.
Al igual que la jerarquía de tamaños y colores.
Lo siguiente que debemos tener en cuenta es el espaciado del texto.
El kerning está relacionado con el término acoplamiento, es decir, superponer los espacios
entre las letras, de manera que el espacio que quede entre ellas sea más
uniforme. Esto se debe a la necesidad de rectificar aquello que visualmente
queda raro.
Es
un factor que afecta a pares de letras, es la distancia entre una letra y la de
al lado.
Tenemos tres tipos de kerning:
-
El métrico, que es el que tiene ya predefinido la
fuente tipográfica.
-
El óptico, que es el que los programas avanzados de
maquetación, por ejemplo InDesign, calcula. Esto lo hace dependiendo de la
forma de cada letra, calculando la distancia que considera mejor, y se utiliza
cuando la fuente usada no un kerning correcto, o directamente no lo tiene.
-
El manual, que es el que se hace a ojo, y se emplea
en textos muy cortos, como en titulares.
Por lo general, se mantiene el kerning métrico.
El tracking o prosa es un concepto que afecta a todas las letras. Es la
distancia que se aplica por igual en la separación de las letras. Se utiliza en
muy contadas ocasiones, y nunca para cuerpo de texto.
Combinaciones de traking y kerning:
http://tipografiadigital.net/wp-content/uploads/2013/02/kerningtracking.jpg |
Y por último, el interlineado, el espacio que hay entre las líneas.
Mientras que programas de maquetación básicos, tipo Word, nos ofrecen
pocas posibilidades de interlineado, en programas más avanzados podemos
trabajar con pares de cifras (x/x), siendo el primero de ellos el tamaño de la
fuente, y el segundo el tamaño del interlineado.
Algunos de los tipos de interlineado son: Automático, es decir, el
preestablecido, que suele ser 18/21; Negativo, cuando el interlineado que se
aplica es menor al de la fuente; Sólido, cuando es el mismo de la fuente; Y
abierto, cuando es más grande.
Cuando tenemos un bloque de texto, tenemos que tener presente que a
una cierta distancia, las líneas no deben destacar, sino que debemos ver una
mancha gris medio. Si las ponemos demasiado separadas, corremos el riesgo de
que se visualicen de lejos.
Pasamos ahora al estilo de párrafo.
En primer lugar, encontramos las alineaciones. Los procesadores de
texto tipo Word nos ofrecen estos cuatro tipos de alineación: Alineado a la
izquierda, también llamado bandera a la derecha, alineado a la derecha o bandera
a la izquierda, centrado, y justificado.
La alineación centrada podemos utilizarla para títulos, para letras de
canciones, poemas, algunos índices, etc. Para bloques de texto muy largos no es
recomendable. Además, si usamos este tipo de alineación, lo ideal es que las
líneas formen una composición simétrica.
La alineación a la izquierda es la más convencional, la más usada
junto al justificado.
Actualmente, en el mundo del diseño editorial, los diseñadores
prefieren no cortar palabras y optan por hacer un cambio de línea,
arriesgándose a que la bandera a la derecha sea más irregular.
La alineación a la derecha la encontramos en situaciones de
composición, y muy poco en bloques de texto corrido.
Y por último tenemos el justificado, que
es el que más nos interesa, porque se utiliza mucho.
¿Qué recursos tenemos para justificar?
En primer lugar, los espacios entre palabras. El espacio entre letras
no varía, respetando el kerning, lo que se hace es estirar los espacios que
había entre palabras.
El problema de esto, es que se creen calles.
Las calles afean muchísimo la composición del texto, y además contradicen
la lógica del vector de lectura de la página, por lo que hay que evitarlas.
Otro recurso es partir palabras, aunque poco recomendable.
Y, separar las letras o darle tracking al texto sería el último
recurso. No es conveniente, ya que alteramos el espaciado de la tipografía, y
por eso es el último recurso, pero podemos usarlo en situaciones concretas.
Dentro del estilo de párrafo, también tenemos la textura tipográfica o
color tipográfico, que se refiere a la mancha de gris medio que mencioné antes.
“Si la justificación está bien realizada, si se ha mantenido un espacio correcto entre letras y entre palabras, se habrá conseguido un aspecto que incide de manera fundamental en la obtención de un buen color tipográfico.”
“El texto ideal tiene un valor medio de gris, y no debe percibirse como una serio de franjas” Jhon Kane
Pasamos ahora a las formas tipográficas, dentro de las cuales
encontramos en primer lugar las capitulares.
“Se denominan capitulares a las letras mayúsculas de mayor tamaño que
se colocan al inicio de los párrafos.” Existen hasta tres tipos de capitulares:
La capitular arrancada es la que ocupa todas las líneas que le
corresponden a la letra, y debe estar alineada en la parte superior con la
primera línea del texto, y en la inferior con la última línea que ocupa.
http://www.creativosonline.org/blog/las-capitulares-y-sus-tipos.html |
La capitular alta es aquella que crece sobre la primera línea de
texto, la que está alineada en su parte inferior con la primera línea del
texto.
http://www.creativosonline.org/blog/las-capitulares-y-sus-tipos.html |
Y la capitular recorrida es aquella en la las líneas del texto se
adaptan a su forma.
http://www.creativosonline.org/blog/las-capitulares-y-sus-tipos.html |
La que más se utiliza
es la arrancada o de caja baja, y es aconsejable que su altura ocupe tres líneas.
Después, encontramos la
sangría de párrafo. La sangría es el espacio que se crea cuando alteramos el
punto en el que comienza un párrafo respecto a la línea de alineación que
tenemos determinada. Tenemos también distintos tipos de sangría:
Generalmente, la
sangría se utiliza para diferenciar párrafos, y es importante no duplicar los
recursos que tenemos para diferenciar los distintos párrafos.
Cuando tenemos un texto
corrido, y cambiamos de párrafo, podemos, o incluir una sangría, en cuyo caso
no modificaríamos el interlineado de las distintas líneas, o bien podríamos
aumentar el espacio entre la última línea de un párrafo y la primera del
siguiente, y no incluiríamos sangría.
Siempre hay que utilizar
uno de estos recursos, pero nunca ambos.
Las sangrías también
podemos utilizarlas para destacar párrafos de citas literales.
Un error común en lo
que respecta a la sangría, es incluirla en el primer párrafo del texto.
En cuanto a la
tabulación, esta se utiliza para tablas de contenidos, cuando necesitamos
diferentes líneas de alineación verticales
Otro apartado dentro de
las formas tipográficas es texto-imagen, es decir, la integración de texto e
imágenes.
¿Qué posibilidades hay?
La más elemental de
todas, la arracada, que suelen ser formas geométricas, más regulares.
![]() |
https://i.ytimg.com/vi/L1LbNCobJKE/maxresdefault.jpg |
Mientras que la
recorrida es una forma más irregular. Es un recurso más informal, más de
revista que de libro.
http://www.gusgsm.com/files/003/psilueta_11.png |
Otra de las formas
tipográficas son las huérfanas y las viudas.
![]() |
https://conamorpublicidad.files.wordpress.com/2011/05/viudas-y-huerfanas.jpg |
Una viuda es una línea
suelta, bien de la página anterior, o bien de la columna anterior, y una huérfana,
también es una línea suelta, pero a diferencia de la anterior, es la primera de
un párrafo la que se encuentra sola.
Es recomendable evitar
tanto una como otra. Esto podemos conseguirlo bajando una línea en la caja de
texto, consiguiendo tener dos, y no una sola, en el caso de encontrarnos con
una huérfana. Si lo que tenemos es una viuda, subiríamos una línea, y esta
desaparecería.
Es importante que,
tanto si quitamos como si ponemos una línea en una página por este motivo,
debemos hacer lo mismo en la página adyacente.
Para acabar este post, nombraré
algunos de los programas de maquetación más importantes en la actualidad.
El más utilizado de
ellos es el InDesign, pero también tenemos otras opciones, como el Quarkxpress,
que fue el más importante hasta hace poco, y que se sigue actualizando
actualmente, el AdobePageMaker, que es más antiguo y no está actualizado (su
última actualización fue en 2001), y como software libre tenemos Scribus, que
no tiene tantas herramientas como los anteriores, ni su interfaz está tan
cuidada, pero es gratuito.
Bibliografía:
No hay comentarios:
Publicar un comentario