Un correcto uso de la
tipografía nos permite comunicarnos con el público, y enfatizar el mensaje que
queramos transmitir.
Podemos clasificarla en
3 grupos:
·
Editorial, usada
exclusivamente hasta la aparición de Internet.
·
Edición
electrónica, limitada al soporte digital. Aparece con Internet.
·
Autoedición,
similar a la edición electrónica, pero con un uso más particular. Puede ser
editado por cualquier persona para su uso personal.
Está claro que la
aparición de Internet influyó considerablemente en el mundo de la tipografía. Y
pasa lo mismo con la aparición de los móviles. Hasta el punto que ha surgido el
“mobile first design”, que consiste en la realización del diseño web primero en
para un teléfono móvil, y después adaptarlo a tablets y ordenadores.
Podemos decir que existen dos tipos de tipografía: La tipografía de
edición, y la creativa.
La tipografía de edición
busca la legibilidad. Es una
tipografía funcional, por lo tanto, en ella predominan tipos fáciles de leer y
que pasan desapercibidos.
En cuanto a la tipografía
creativa, esta aparte de ser funcional, trata de comunicar como una imagen,
por eso le da más importancia a la metáfora visual que la anterior. Es más
gráfica, y busca llamar la atención del público, persuadir (cuando la
encontramos en publicidad) y se adapta a contextos determinados (cuando aparece
en libros infantiles, por ejemplo).
“Técnica, practica y estética no ocupan compartimentos separados en la
tipografía, sino que representan facetas distintas” Paul Renner. El arte de la
tipografía.
Finalmente, hablaré de los elementos
que componen la tipografía, que son:
- Su técnica
- La clasificación de las familias
tipográficas
- La tipometría,
que es el estudio de las medidas tipográficas
- La anatomía del
tipo, que son las partes de las letras
- Y la
composición tipográfica
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