A comienzos de siglo, en el año 1900
empiezan a aparecer las primeras vanguardias, aunque aún conviven con el Art Nouveau (modernismo en España),
movimiento muy influenciado por la pintura, y considerado precursor del diseño
gráfico.
La cartelería del Art Nouveau tiene todos los elementos
característicos del diseño gráfico actual: la combinación de textos e imágenes,
el fin de publicitar algo, etc, aunque, al ser los primeros intentos, no tienen
el texto totalmente integrado. En estos carteles empleaban tipografías muy artísticas, dibujadas
a mano.
El Art Nouveau se opone a la industrialización, que no cuida la
estética de los carteles y los elementos gráficos, a técnicas como la impresión
de titulares con tipos de madera, y defiende la belleza, el estilo y la línea.
Como tipografías de esta época podemos destacar la Arnold Böcklin, la Gismonda, la Isadora…
Pero además, en paralelo a todo esto, nacen las primeras letras sans serif (de palo seco), y de todas
ellas, destaca la Akzidenz Grotesk,
que realmente aparece a finales del siglo XIX, y es una tipografía
revolucionaria, precursora de importantes fuentes de palo seco, como la
Helvética.
También aparecen entonces la Franklin Gothic y la News Gothic.
En 1910, podemos destacar
la aparición de los caligramas de Apollinaire,
una técnica muy interesante que ha influenciado mucho en el mundo del diseño
gráfico, y, lo que también fue realmente revolucionario fue la utilización de la
tipografía en el Futurismo. Por ejemplo, Marinetti,
que no era dibujante ni pintor, hacía textos teóricos, que parecían más partituras
musicales que libros. Estaban plagados de onomatopeyas y estaban pensados para
recitarse.
Ambos rompen las reglas de composición muy rígidas y abordan la libertad de
poder componer en muchas direcciones.
Mientras esto ocurría en Italia, en Inglaterra, Edward Johnston crea la
tipografía Johnston Underground, primera
que utilizó el metro de Londres, y también creó su logo.
La década
de 1920 es un periodo
en el cual se intenta recuperar aquello que se había perdido en las contiendas,
para lo cual surgen movimientos, el más importante de ellos fue la creación de
la Escuela Bauhaus en Alemania.
Esta escuela tuvo un gran impacto, sobre todo en el mundo del diseño, aunque
su periodo de actividad fuera corto (1919-1933).
Su propósito era intentar conectar el mundo de la industria con el del
arte, que es nada más y nada menos que la filosofía del diseño.
Las tipografías de la escuela comenzaron a llamar la atención de diseñadores,
tenían ciertas características propias del estilo de la Bauhaus, y Jan Tschichold decidió teorizar este
estilo. Este señor, aparte de ser diseñador y tipógrafo, escribió varios libros
importantes sobre tipografía, entre ellos “La nueva tipografía”, libro que
escribió después de asistir a la exposición de la Bauhaus. Quedó impactado por
este estilo tipográfico totalmente nuevo y fácilmente reconocible.
(Próximamente publicaré un post sobre él, y su tipografía Sabon)
En estos años también encontramos la Universal, de Herbert Bayer, muy característica del periodo de la Bauhaus,
formada por formas geométricas simples, que no favorece la legibilidad, por lo
que es utilizada sólo en titulares, la Futura,
una tipografía de Paul Renner, también con formas muy simples, y la Architype, de Van Doesburg, que simula
píxeles, con formas cuadradas, muy moderna para el momento.
La Segunda Guerra Mundial supuso
un parón en el mundo del diseño: en la década de 1930 apenas se produjo nada, y muchos artistas tuvieron que huir
del país.
El movimiento nazi creó una propia iconografía, una propia estética,
recuperando valores clásicos, como la tipografía tradicional de la Edad Media (tipografía
gótica).
Entre ellas, destacamos la Fette
Franktur, que fue de las más utilizadas, en carteles por ejemplo.
Los exiliados se refugian en Suiza,
haciendo que aparezca el estilo suizo. Éste es una continuación del estilo de
la Bauhaus, y su principal rasgo distintivo fue la aparición del uso de retículas para componer.
Como tipografía de estos años está la Gill Sans, muy geométrica, muy
del estilo Bauhaus, y muy muy usada en Inglaterra.
En los años 40 sigue estando presente la letra gótica que Hitler
eligió como icono de sus diseños. La producción artística descendió mucho, y
los únicos diseños que aparecieron fueron sobre la guerra (destacan los
carteles propagandísticos). También, es en estos años cuando surgen las
tipografías Stencil, basadas en
plantillas, lo que era un proceso más rápido y económico.
Sin embargo, lo más innovador de esta época fue la aparición de la rotulación experimental. Empiezan a
crearse unas tipografías más peculiares, que no tienen la intención de
convertirse en cuerpo de texto, sino en titulares.
Podemos destacar la Van Der Leck,
de Bart van der Leck, un pintor, que a partir de sus obras decidió crear esta tipografía
con su propio lenguaje de la línea.
En 1950, se produce la consolidación del estilo suizo: dejó de
verse como algo experimental, y se reconoce como tal, empezando además a
aparecer en libros.
De este periodo son dos artistas, que justo han fallecido este año: Hermann Zapf y Adrian Frutiger.
Hermann Zapf, creó una serie de tipografías, entre ellas la Zapf Dingbats, una de las primeras
Dingbats (tipografías de símbolos) que aparecieron, la Optima, que recuerda al estilo romano, la Palatino, de la que llama la atención su “P” que no cierra del
todo, y la Zapfino, una de las
handwriting más conocidas.
Y Adrian Frutiger, que tiene dos tipografías muy importantes: una de
ellas es la Univers, que además es
una de las más importantes del siglo XX, por la cantidad de variables que tiene,
y porque incorpora un sistema totalmente diferente de organizar una familia tipográfica.
Hasta la Univers, las familias se organizaban en normal, bold y demás, pero Frutiger
propuso organizarlo por números: a mayor número, la letra se hacía más negrita,
o más cursiva, teniendo una amplia gama de variaciones de un mismo carácter, aumentando
su versatilidad.
Otra de sus tipografías fue la Frutiger,
que fue un encargo para la señalética de un aeropuerto de París.
Y llega la Helvética.
Su diseñador es Max Miedinger, y originalmente no se llamaba así. Fue
cuando una fundición americana la compró cuando recibió este nombre y a partir
de entonces empezó a tener repercusión, más divulgación y se comercializó.
La Helvética es eficaz tanto para titulares como para cuerpo de texto,
y su éxito se debe a su estupenda legibilidad en todo tipo de situaciones.
En los años 60, tiene lugar
un acontecimiento bastante importante, nace la fotocomposición, que hace que haya una gran profusión en la creación
de tipografías. Estas además empiezan a comercializarse.
También surge el concepto de autoedición,
y unos de los primeros métodos fue Letraset, que consistía en escribir
ayudándose de unas plantillas, dando un aspecto más profesional que escrito a
mano.
Como tipografías de esta época nombraremos la Eurostyle, una tipografía sans serif, con aspecto cuadrado, y la Avant Garde, de Herb Lubalin, letras de
cuerpo grueso, formadas por círculos y líneas rectas, y más allá del diseño de
las letras, da la sensación de querer forzar el tracking, llegando a montarse
unas letras encima de otras.
También podemos resaltar que empiezan a aparecer los primeros
ordenadores, que eran aparatos muy grandes, con pantallas monocromo, y con
ciertas características que hoy en día asociamos con lo retro.
También encontramos en
estos años la tipografía E 13 B, y muchas
en las que empieza a haber cierta fantasía tipográfica, como la Block up.
Hola, me interesa conocer la bibliografia, gracias :D
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