lunes, 30 de noviembre de 2015
Profesionales del lettering: Joan Quirós
“Para mí, la
caligrafía es la mejor manera de entender la tipografía.”
Joan Quirós se
trata de un diseñador gráfico especializado en lettering y caligrafía, que nace
hace 32 años en Valencia, y que en la actualidad vive y trabaja en Londres.
Influenciado
por la cultura y la música underground, comienza a dibujar letras a finales de
los noventa, cuando empezó a interesarse por el graffiti y la caligrafía
urbana.
Empezó por su cuenta, pero pronto
se dio cuenta de que tenía que aprender algunos conocimientos básicos, por eso
se inscribió en un taller que Iván Castro estaba dando en su ciudad, así que se
podría decir que su caligrafía empezó durante ese taller. Más tarde, asistió a diferentes
talleres de los grandes calígrafos como Keith Adams y Oriol Miró.
Joan trata
constantemente de unir el pasado y el presente mediante técnicas y herramientas
tradicionales, pero además aplica su perspectiva contemporánea en cada uno de
sus proyectos, con el fin de ofrecer a sus clientes algo único y adaptado a sus
necesidades, y tratando de resolver con letras cualquier problema de
comunicación establecido.
El pincel plano es una de sus
herramientas favoritas, ya que es muy divertido de usar y permite añadir
expresividad y carácter a las letras. Es
una herramienta muy versátil, puede cambiar la modulación de línea variando la
presión o torcer la punta.
Sus referencias sobre caligrafía
van desde los padres de la caligrafía moderna como Rudolf Koch o Edward
Johnston a calígrafos contemporáneos como Julian Waters, Oriol Miró, Luca
Barcellona, Amanda y Keith Adams, John Stevens, Hermann Zapf e Iván Castro. En cuanto a las letras, admira el
trabajo de Ken Barber, Ged Palmer, Herb Lubalin, David A. Smith, Jordan Metcalf,
y James T. Edmondson entre otros.
En estos
últimos cinco años, ha realizado proyectos para clientes de España, Canadá,
EE.UU., Reino Unido o América del Sur. Ha trabajado para Harper Collins New
York, Front Magazine, Cornelia James, TEDx Madrid, Thorntons...
Además, ha hecho en torno a 8 exposiciones hasta el
momento, entre las cuales podemos destacar 'Cada Letra Cuenta
Una Historia', 'Yo Lo
Compro' y 'From
Valencia With Design',
todas ellas expuestas en Valencia.
Una de sus muchas entrevistas, y algunos de sus
trabajos.
3.5. Resurgimiento de la escritura
Este apartado se llama así ya que da la sensación de que durante
muchos años la escritura ha estado abandonada.
Comenzaremos diferenciando lettering y caligrafía; en el caso del
lettering, las letras son dibujadas, mientras que en la caligrafía, estas son
escritas. Lettering es dibujar, no escribir.
Iván Castro es en España una de las referencias más importantes, ya
que es muy conocido en el mundo del lettering y el diseño gráfico. A parte de
dedicarse a la caligrafía, es docente e imparte cursos.
El graffiti abarca tanto caligrafía como dibujos. Dentro de la caligrafía
encontramos los tags, graffitis que son puramente caligrafía.
Y damos paso al dibujo propiamente dicho, que ya no es caligrafía.
Graffiti lovers, de Javier Siquier, se trata de un interesante proyecto
sobre la teorización de los trazos, donde podemos distinguir 4 teorías:
- Dispersa, que son formas muy de dibujo, graffiti de dibujo
- Tag redonda, en la que los acabados de las líneas tienen forma redonda
- Tag biselada, los acabados son rectangulares
- Rascada
Finalmente, hablaremos sobre las fuentes tipográficas.
Muchas de las fuentes tipográficas que existen pretenden imitar este
estilo. Sabemos que las fuentes tipográficas no son escritura, ni son lettering,
ni son caligrafía, pero es un recurso grafico interesante que tenemos que tener
presente.
3.4. Técnicas y materiales de caligrafía
En este apartado, hablaremos, como dice el título, de las distintas
técnicas (secas y húmedas) y de los distintos materiales que podemos utilizar
para la caligrafía.
Dentro de las técnicas secas, podemos encontrar:
- Lápices
- Rotuladores: Pueden ser de punta de fibra, o con punta de goma (semiflexibles).
Y dentro de las húmedas, encontramos:
-
- Rotuladores de pincel
- Pinceles
- Plumillas
Me despido con este artículo sobre los mejores rotuladores para
caligrafía según 5 calígrafos bastante conocidos. Hope you like it!
3.3. Teoría de la escritura
Cuando
hablamos de escritura y caligrafía, debemos de tener siempre presentes cuatro
conceptos: el trazo, que es la modulación de la línea que forma la letra, la forma,
es decir, la anchura del trazo, que es a su vez modulable, teniendo cada letra
partes más anchas y partes más estrechas (es importante que en la escritura el
útil que se emplea lleve siempre la misma dirección y se mantenga su posición),
la dirección u orientación del trazo, y por último la gestualidad, la
terminación de un trazo puede denotar el tipo de útil que has empleado, el tipo
de tinta, la velocidad de la línea, la intensidad…
3.2. Estilos caligráficos
Partiremos del
alfabeto latino, y en este post intentaremos ver cómo ha evolucionado hasta
llegar al alfabeto que conocemos actualmente.
Comenzaremos
con la capital romana, del siglo I d.C. Su principal aportación fue el concepto
propio de mayúscula, ya que era un alfabeto formado solamente por mayúsculas.
En el original, no existían las letras J, U y W, estos caracteres aparecen con
la gótica.
En el siglo
II, aparece la uncial, un precedente de las minúsculas, aunque sigue siendo una
mezcla
de mayúsculas y minúsculas. Se utilizaba en textos cristianos primitivos. Todavía
no habían aparecido las terminaciones largas que suben y bajan respecto al
cuerpo de la letra.
Es la semiuncial la considerada como origen de la minúscula. Estos
caracteres se parecen mucho a los que hoy en día conocemos. Una de sus peculiaridades
es la N, que sigue siendo mayúscula.
En el siglo XIV-XV aparece la carolingia, en la que la T sigue pareciendo
mayúscula.
Después de ella, surge la gótica. Es también en esta época cuando nace
la imprenta, por lo que los tipos móviles fabricados entonces trataron de imitar
esta escritura, como dije en posts anteriores. Se trata de un tipo de letra muy
ornamental, utilizada en libros religiosos (ya que prácticamente todos los
escritos de la época eran religiosos). Son letras muy cuadradas y estrechas con
la finalidad de aprovechar el papel, que entonces era muy costoso. El espacio
entre las letras también era muy pequeño.
Otra de las nuevas incorporaciones de la gótica fue la aparición de la
J, la U y la W, y además nace también el punto de la i.
La letra humanista es del renacimiento, y se parece aún más que las
anteriores a la minúscula actual.
La escritura barroca es muy decorativa, ya que el barroco era
fundamentalmente eso, ornamentación en todo. Algunas de ellas son la
Copperplate y la Round Hand.
Copperplate Round Hand
Y por último, encontramos las modernas.
3.1. Historia de la escritura
La historia de la escritura comienza mucho antes que la historia de la
tipografía. Aparece en torno al año 4.000 a.C., hablando de elementos que se
hayan conocido, porque existe el problema de la antigüedad es la dificultad de
que lleguen a la actualidad testimonios que puedan valorarse.
En cuanto a la
escritura, de esa época solo conocemos la escritura rupestre, ya que esta
estaba resguardada, lo que fomentaba su conservación. Cabe la posibilidad de
que entonces utilizaran otro tipo de soporte, pero no ha perdurado, y no
podemos saberlo.
La primera escritura que conocemos es la cuneiforme, que era incisa o
incisiva, es decir, se realizaba haciendo una incisión en un soporte blando o
arcilloso. Aún no tenía alfabeto.
En aquel entonces, la escritura servía para tomar testimonio de las
transacciones comerciales, ventas…
Lo siguiente que aparece son los jeroglíficos de Egipto, en torno a
3.200 a.C., que es también una escritura incisiva, pero en este caso no son
letras, sino pequeños pictogramas, pequeños iconos.
Lo característico de la escritura china es que es una escritura silábica,
cada uno de sus iconos se corresponde con una sílaba.
Este es el Código Hammurabi, que más que ser importante por su
relieve, lo es por la inscripción que lleva: uno de los primeros alfabetos que
se conocen.
Y esta es la Piedra Rosetta, en la que viene escrito un código civil
en tres lenguajes distintos: jeroglífico, demótico y griego uncial.
El alfabeto que hoy en día conocemos tiene su primer precedente en el
alfabeto fenicio, de 1.500 a.C.
Posteriormente, aparecen el alfabeto etrusco, que los romanos usaron
para construir el alfabeto latino, incluyendo también las letras mayúsculas, y
el griego, al cual debemos el término “alfabeto” (alfa+beta, que son las dos primeras
letras de este alfabeto).
Hasta después de la aparición de este último, ni siquiera se escribía
con espacio entre los caracteres. La idea de espaciar y dividir las palabras es
posterior al alfabeto griego, y tampoco se escribía con signos de puntuación.
Pero el vector de lectura sí que era el mismo que el actual (de izquierda a
derecha).
También podemos nombrar la escritura árabe, dentro de la cual están la
cúfica, que fue la primera de ellas, y que es una escritura muy ornamental, muy
orientada a la decoración y a lo sagrado, y la naskli, que es la versión moderna,
la que se usa a día de hoy.
viernes, 13 de noviembre de 2015
Línea temporal; La historia de la tipografía
Hola,
hola, amigos.
Como
último post de esta segunda unidad he elaborado esta línea del tiempo sobre la
historia de la tipografía en el programa Prezi. Hope you like it!
jueves, 12 de noviembre de 2015
Espécimen tipográfico
A continuación os adjunto el espécimen tipográfico de la tipografía
Sabon de Jan Tschichold que también hemos tenido que elaborar para la
asignatura.
Espero que os guste, un saludo, amiguitos de Blogger.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Tipógrafo ilustre; Jan Tschichold
Jan Tschichold nació en
Leipzig en 1902, hijo de un rotulista y pintor de letreros de origen eslovaco. Decidió
convertirse en profesor de dibujo, para lo que se trasladó a Grimma. En su
tiempo libre, se dedicaba al estudio de la caligrafía, y conoció una traducción
alemana del Writing & Illuminating & Lettering de Edward Johnston y la
obra de Rudolf von Larisch sobre letras ornamentales, y comenzó a interesarse
por el diseño de tipografías. Se fue a estudiar a la Academia de Artes Gráficas
de Leipzig, donde fue admitido como alumno de Herman Delitsch, con quien
aprendió caligrafía, grabado y encuadernación. Sus conocimientos de francés y
latín adquiridos en Grimma, le sirvieron para introducirse en la tipografía
clásica. Estuvo muy interesado en Rudolf Koch, especialmente en su Maximiliam
Gothic y dedicaba mucho tiempo estudiando los libros de la biblioteca de la
Federación de Impresores de Leipzig, donde comenzó a familiarizarse con la
tipografía clásica y empezó a coleccionar impresos antiguos. Entre 1921 y 1925
dibujó numerosos carteles caligráficos y comenzó a ser conocido como calígrafo
y rotulista.
Con la aparición de las
vanguardias, comenzó a interesarse por el Suprematismo y el Constructivismo, y
conoció la primera gran exposición de la Bauhaus en Weimar y el catálogo que
había diseñado Herbert Bayer para la ocasión. El giro radical de su concepción
tipográfica quedará en evidencia en un cartel para el editor de Varsovia
Philobiblon en el que aplica las nuevas ideas del Movimiento Moderno con una
composición asimétrica e inclinada.
Estas ideas le van
separando de la tipografía tradicional, y en octubre de 1925 publica
Typographische Mitteilungen, un manifiesto que recogía una serie de principios.
En 1926, por
recomendación de Paul Renner, fue a Munich para enseñar en la Escuela de Artes
Gráficas, y fue allí donde hizo sus célebres carteles de cine para el Phoebus
Palace en los que utilizaba tipografía, fotos y colores planos. En 1928
diseñaría y publicaría su primer libro: Die neue Typographie.
El libro de Tschichold
fue el primero concebido para diseñadores tipográficos y recogía las innovaciones
que estaba introduciendo el Movimiento Moderno en aquellos años.
Estaba compuesto en A5,
encuadernado en negro con una parte del lomo en plata y compuesto en palo seco,
utilizando versales y caja baja. La influencia del libro quedó limitada a países
de lengua alemana, pues pasó mucho tiempo hasta que fue traducido a otras
lenguas.
Jan publicó muchas
obras más, y además sufrió las consecuencias de la llegada de Hitler a la
cancillería. Su casa fue registrada, y él y su esposa fueron detenidos, su
contrato como profesor fue rescindido y tuvo de escapar del país hasta Suiza.
Ya en Alemania,
Tschichold se había iniciado en el diseño de tipos para los nuevos sistemas de
fotocomposición, había diseñado un alfabeto universal con variantes fonéticas,
pero sin que pasara de un nivel experimental.
Durante sus años en
Suiza, Tschichold se dedicó al diseño de libros en los que la composición
asimétrica y otras ideas modernas eran menos aplicables que en los carteles, y
alcanzó cierta conciliación entre tradición y vanguardia y con ello desarrolló
un lenguaje más rico y flexible.
Sus diseños para
Birkhäuser Classics interesaron a los responsables de Penguin, en el Reino
Unido. Allan Lane deseaba modificar el diseño y Oliver Simon sugirió el nombre
de Tschichold, quien no pudo aceptar la proposición hasta 1947.
Este trató de poner en
orden las publicaciones de la editorial formulando las «Penguin composition
rules» inspiradas en la idea de que la tipografía es un instrumento para
establecer una correcta comunicación entre el autor y el lector. Tschichold
creó cerca de 500 portadas para Penguin.
http://25-horas.com/aniversario-jan-tschichold-penguin-books/
En 1960, una comisión
de impresores alemanes deseosos de un nuevo tipo de letra encargaron a
Tschichold la creación de una tipografía que pudiera emplearse tanto en
monotipia, linotipia y composición manual sin que fuera distinguible el
procedimiento empleado. El estilo debía estar próximo al Monotype Garamond pero
un 5 % más estrecho para poder ahorrar espacio. Con estas condiciones,
Tschichold dibujó los originales de la futura Sabon en un tamaño diez veces
superior al definitivo. El nombre de Sabon se debe a Jacques Sabon, un fundidor
francés que trabajó en Francfort con matrices originales de Garamond.
2.4. La tipografía digital
Es en torno a 1980 cuando comenzamos a hablar de ordenador de usuario,
cuando surge el concepto de PC (Personal Computer).
En 1984 aparece el primer ordenador, el Macintosh de Apple.
Se necesitaron cuatro ingredientes muy importantes para que surgiera
el fenómeno de la autoedición: en primer lugar, la aparición del ordenador personal, como acabo de comentar, y junto a
él, otro hardware importante que es la impresora,
que afecta bastante al mundo de la tipografía. La primera impresora de tinta aparece
en 1988, antes de ellas, eran impresoras matriciales.
Por otro lado, hubo también dos elementos de software importantes desde
el punto de vista de la tipografía: la tecnología
postscript, que hace que lo que uno está viendo en la pantalla se guarde y
se imprima tal cual se ve (WYSIWYG; what you see is what you get). Además, el
postcript permite el uso de fuentes vectoriales, no solo de mapa de bits. Y
otra cosa importante es la aparición de programas
de maquetación (Page Maker) y de diseño
tipográfico.
También podemos destacar las fuentes
del sistema, fuentes tipográficas que ya vienen predeterminadas cuando
instalas el sistema operativo, y que, debido a esto, son las más conocidas.
En los años 80, concretamente en 1984, también empieza una revista
especializada en tipografía, la revista Emigre.
En esa época aún no existía Internet, por lo que las revistas eran herramientas
de cohesión, de intercambio de recursos y conocimientos.
Como tipografías de los años 80 encontramos la Lucida, que tiene
muchas variantes, algo característico de esta década. Esta tipografía fue creada
por Adobe para que fuera legible en impresiones de todavía muy poca resolución.
La Chicago, una tipografía pixelada diseñada como encargo de Apple
para utilizarla en sus pantallas, que en aquel momento no tenían mucha
resolución.
Y por último, la Arial, a la que los tipógrafos tienen manía ya que la
consideran una copia de la Helvética. Estas son muy parecidas, de hecho, la
Arial fue un encargo de Windows para ahorrarse la licencia de la Helvética,
porque querían incluirla. Es bastante conocida por el hecho de que va instalada
en el sistema operativo de Windows.
Es también en esta década cuando comienza el comercio de tipografías y
aparecen las fundiciones digitales, empresas que se dedican a crear fuentes,
pero, sobre todo, a comercializarlas. Tienen diseños propios, y también compran
diseños a diseñadores. Muchas de las tipografías que se crean son tipografías
antiguas digitalizadas. Una de las fundiciones que surge entonces es la Bitstream,
que creó tipografías como la Chárter.
Finalmente, en los años 90 nace una fiebre por la tipografía amateur y
se populariza el uso del ordenador personal, empezándose a crear tipografías de
todo tipo.
Crean la FSI, fundada por Neville Brody y Erik Spiekermann.
De Spiekermann destaca su tipografía Meta, con gran cantidad de variables.
La Verdana también es muy conocida, creada por Mattew Carter en el año
1996. Es una tipografía pensada para la pantalla, es la Helvética de la
pantalla.
Como podemos ver, a finales del siglo XX surgen tipografías pensadas
para otro tipo de usos, como son las pantallas y las impresoras. A esto debemos
sumarle que en la actualidad, el mundo de la tipografía y del diseño en general
se ha multiplicado. Con esto quiero decir que si estos mundos se multiplican, aumenta
por lo tanto el número de tipografías, fuentes, uso de programas, etc. Por eso,
antes podíamos determinar más fácilmente cuáles eran las tipografías
importantes de cada época, ya que no aparecían tantas como hoy en día.
lunes, 2 de noviembre de 2015
2.3. Tipografía en el siglo XX
A comienzos de siglo, en el año 1900
empiezan a aparecer las primeras vanguardias, aunque aún conviven con el Art Nouveau (modernismo en España),
movimiento muy influenciado por la pintura, y considerado precursor del diseño
gráfico.
La cartelería del Art Nouveau tiene todos los elementos
característicos del diseño gráfico actual: la combinación de textos e imágenes,
el fin de publicitar algo, etc, aunque, al ser los primeros intentos, no tienen
el texto totalmente integrado. En estos carteles empleaban tipografías muy artísticas, dibujadas
a mano.
El Art Nouveau se opone a la industrialización, que no cuida la
estética de los carteles y los elementos gráficos, a técnicas como la impresión
de titulares con tipos de madera, y defiende la belleza, el estilo y la línea.
Como tipografías de esta época podemos destacar la Arnold Böcklin, la Gismonda, la Isadora…
Pero además, en paralelo a todo esto, nacen las primeras letras sans serif (de palo seco), y de todas
ellas, destaca la Akzidenz Grotesk,
que realmente aparece a finales del siglo XIX, y es una tipografía
revolucionaria, precursora de importantes fuentes de palo seco, como la
Helvética.
También aparecen entonces la Franklin Gothic y la News Gothic.
En 1910, podemos destacar
la aparición de los caligramas de Apollinaire,
una técnica muy interesante que ha influenciado mucho en el mundo del diseño
gráfico, y, lo que también fue realmente revolucionario fue la utilización de la
tipografía en el Futurismo. Por ejemplo, Marinetti,
que no era dibujante ni pintor, hacía textos teóricos, que parecían más partituras
musicales que libros. Estaban plagados de onomatopeyas y estaban pensados para
recitarse.
Ambos rompen las reglas de composición muy rígidas y abordan la libertad de
poder componer en muchas direcciones.
Mientras esto ocurría en Italia, en Inglaterra, Edward Johnston crea la
tipografía Johnston Underground, primera
que utilizó el metro de Londres, y también creó su logo.
La década
de 1920 es un periodo
en el cual se intenta recuperar aquello que se había perdido en las contiendas,
para lo cual surgen movimientos, el más importante de ellos fue la creación de
la Escuela Bauhaus en Alemania.
Esta escuela tuvo un gran impacto, sobre todo en el mundo del diseño, aunque
su periodo de actividad fuera corto (1919-1933).
Su propósito era intentar conectar el mundo de la industria con el del
arte, que es nada más y nada menos que la filosofía del diseño.
Las tipografías de la escuela comenzaron a llamar la atención de diseñadores,
tenían ciertas características propias del estilo de la Bauhaus, y Jan Tschichold decidió teorizar este
estilo. Este señor, aparte de ser diseñador y tipógrafo, escribió varios libros
importantes sobre tipografía, entre ellos “La nueva tipografía”, libro que
escribió después de asistir a la exposición de la Bauhaus. Quedó impactado por
este estilo tipográfico totalmente nuevo y fácilmente reconocible.
(Próximamente publicaré un post sobre él, y su tipografía Sabon)
En estos años también encontramos la Universal, de Herbert Bayer, muy característica del periodo de la Bauhaus,
formada por formas geométricas simples, que no favorece la legibilidad, por lo
que es utilizada sólo en titulares, la Futura,
una tipografía de Paul Renner, también con formas muy simples, y la Architype, de Van Doesburg, que simula
píxeles, con formas cuadradas, muy moderna para el momento.
La Segunda Guerra Mundial supuso
un parón en el mundo del diseño: en la década de 1930 apenas se produjo nada, y muchos artistas tuvieron que huir
del país.
El movimiento nazi creó una propia iconografía, una propia estética,
recuperando valores clásicos, como la tipografía tradicional de la Edad Media (tipografía
gótica).
Entre ellas, destacamos la Fette
Franktur, que fue de las más utilizadas, en carteles por ejemplo.
Los exiliados se refugian en Suiza,
haciendo que aparezca el estilo suizo. Éste es una continuación del estilo de
la Bauhaus, y su principal rasgo distintivo fue la aparición del uso de retículas para componer.
Como tipografía de estos años está la Gill Sans, muy geométrica, muy
del estilo Bauhaus, y muy muy usada en Inglaterra.
En los años 40 sigue estando presente la letra gótica que Hitler
eligió como icono de sus diseños. La producción artística descendió mucho, y
los únicos diseños que aparecieron fueron sobre la guerra (destacan los
carteles propagandísticos). También, es en estos años cuando surgen las
tipografías Stencil, basadas en
plantillas, lo que era un proceso más rápido y económico.
Sin embargo, lo más innovador de esta época fue la aparición de la rotulación experimental. Empiezan a
crearse unas tipografías más peculiares, que no tienen la intención de
convertirse en cuerpo de texto, sino en titulares.
Podemos destacar la Van Der Leck,
de Bart van der Leck, un pintor, que a partir de sus obras decidió crear esta tipografía
con su propio lenguaje de la línea.
En 1950, se produce la consolidación del estilo suizo: dejó de
verse como algo experimental, y se reconoce como tal, empezando además a
aparecer en libros.
De este periodo son dos artistas, que justo han fallecido este año: Hermann Zapf y Adrian Frutiger.
Hermann Zapf, creó una serie de tipografías, entre ellas la Zapf Dingbats, una de las primeras
Dingbats (tipografías de símbolos) que aparecieron, la Optima, que recuerda al estilo romano, la Palatino, de la que llama la atención su “P” que no cierra del
todo, y la Zapfino, una de las
handwriting más conocidas.
Y Adrian Frutiger, que tiene dos tipografías muy importantes: una de
ellas es la Univers, que además es
una de las más importantes del siglo XX, por la cantidad de variables que tiene,
y porque incorpora un sistema totalmente diferente de organizar una familia tipográfica.
Hasta la Univers, las familias se organizaban en normal, bold y demás, pero Frutiger
propuso organizarlo por números: a mayor número, la letra se hacía más negrita,
o más cursiva, teniendo una amplia gama de variaciones de un mismo carácter, aumentando
su versatilidad.
Otra de sus tipografías fue la Frutiger,
que fue un encargo para la señalética de un aeropuerto de París.
Y llega la Helvética.
Su diseñador es Max Miedinger, y originalmente no se llamaba así. Fue
cuando una fundición americana la compró cuando recibió este nombre y a partir
de entonces empezó a tener repercusión, más divulgación y se comercializó.
La Helvética es eficaz tanto para titulares como para cuerpo de texto,
y su éxito se debe a su estupenda legibilidad en todo tipo de situaciones.
En los años 60, tiene lugar
un acontecimiento bastante importante, nace la fotocomposición, que hace que haya una gran profusión en la creación
de tipografías. Estas además empiezan a comercializarse.
También surge el concepto de autoedición,
y unos de los primeros métodos fue Letraset, que consistía en escribir
ayudándose de unas plantillas, dando un aspecto más profesional que escrito a
mano.
Como tipografías de esta época nombraremos la Eurostyle, una tipografía sans serif, con aspecto cuadrado, y la Avant Garde, de Herb Lubalin, letras de
cuerpo grueso, formadas por círculos y líneas rectas, y más allá del diseño de
las letras, da la sensación de querer forzar el tracking, llegando a montarse
unas letras encima de otras.
También podemos resaltar que empiezan a aparecer los primeros
ordenadores, que eran aparatos muy grandes, con pantallas monocromo, y con
ciertas características que hoy en día asociamos con lo retro.
También encontramos en
estos años la tipografía E 13 B, y muchas
en las que empieza a haber cierta fantasía tipográfica, como la Block up.
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