lunes, 30 de noviembre de 2015

Alfabetos caligráficos (provisionales)




Logotipo de lettering

Bocetos del lettering

Logotigo de lettering definitivo


Profesionales del lettering: Joan Quirós

Para mí, la caligrafía es la mejor manera de entender la tipografía.”

Joan Quirós se trata de un diseñador gráfico especializado en lettering y caligrafía, que nace hace 32 años en Valencia, y que en la actualidad vive y trabaja en Londres.

Influenciado por la cultura y la música underground, comienza a dibujar letras a finales de los noventa, cuando empezó a interesarse por el graffiti y la caligrafía urbana.

Empezó por su cuenta, pero pronto se dio cuenta de que tenía que aprender algunos conocimientos básicos, por eso se inscribió en un taller que Iván Castro estaba dando en su ciudad, así que se podría decir que su caligrafía empezó durante ese taller. Más tarde, asistió a diferentes talleres de los grandes calígrafos como Keith Adams y Oriol Miró. 

Joan trata constantemente de unir el pasado y el presente mediante técnicas y herramientas tradicionales, pero además aplica su perspectiva contemporánea en cada uno de sus proyectos, con el fin de ofrecer a sus clientes algo único y adaptado a sus necesidades, y tratando de resolver con letras cualquier problema de comunicación establecido.

El pincel plano es una de sus herramientas favoritas, ya que es muy divertido de usar y permite añadir expresividad y carácter a las letras. Es una herramienta muy versátil, puede cambiar la modulación de línea variando la presión o torcer la punta.

Sus referencias sobre caligrafía van desde los padres de la caligrafía moderna como Rudolf Koch o Edward Johnston a calígrafos contemporáneos como Julian Waters, Oriol Miró, Luca Barcellona, ​​Amanda y Keith Adams, John Stevens, Hermann Zapf e Iván Castro. En cuanto a las letras, admira el trabajo de Ken Barber, Ged Palmer, Herb Lubalin, David A. Smith, Jordan Metcalf, y James T. Edmondson entre otros. 

En estos últimos cinco años, ha realizado proyectos para clientes de España, Canadá, EE.UU., Reino Unido o América del Sur. Ha trabajado para Harper Collins New York, Front Magazine, Cornelia James, TEDx Madrid, Thorntons...

Además, ha hecho en torno a 8 exposiciones hasta el momento, entre las cuales podemos destacar 'Cada Letra Cuenta Una Historia', 'Yo Lo Compro' y 'From Valencia With Design', todas ellas expuestas en Valencia.

Y aquí os dejo su web: http://www.joanquiros.com/


Una de sus muchas entrevistas, y algunos de sus trabajos.




3.5. Resurgimiento de la escritura

Este apartado se llama así ya que da la sensación de que durante muchos años la escritura ha estado abandonada.

Comenzaremos diferenciando lettering y caligrafía; en el caso del lettering, las letras son dibujadas, mientras que en la caligrafía, estas son escritas. Lettering es dibujar, no escribir.


Iván Castro es en España una de las referencias más importantes, ya que es muy conocido en el mundo del lettering y el diseño gráfico. A parte de dedicarse a la caligrafía, es docente e imparte cursos.


El graffiti abarca tanto caligrafía como dibujos. Dentro de la caligrafía encontramos los tags, graffitis que son puramente caligrafía.


Y damos paso al dibujo propiamente dicho, que ya no es caligrafía.


Graffiti lovers, de Javier Siquier, se trata de un interesante proyecto sobre la teorización de los trazos, donde podemos distinguir 4 teorías:

  •           Dispersa, que son formas muy de dibujo, graffiti de dibujo
  •           Tag redonda, en la que los acabados de las líneas tienen forma redonda
  •           Tag biselada, los acabados son rectangulares
  •           Rascada

Finalmente, hablaremos sobre las fuentes tipográficas.

Muchas de las fuentes tipográficas que existen pretenden imitar este estilo. Sabemos que las fuentes tipográficas no son escritura, ni son lettering, ni son caligrafía, pero es un recurso grafico interesante que tenemos que tener presente.


3.4. Técnicas y materiales de caligrafía

En este apartado, hablaremos, como dice el título, de las distintas técnicas (secas y húmedas) y de los distintos materiales que podemos utilizar para la caligrafía.

Dentro de las técnicas secas, podemos encontrar:

  •         Lápices

  •          Rotuladores: Pueden ser de punta de fibra, o con punta de goma (semiflexibles).

Y dentro de las húmedas, encontramos:
-          
  •      Rotuladores de pincel 




  • Pinceles



  •             Plumillas




Me despido con este artículo sobre los mejores rotuladores para caligrafía según 5 calígrafos bastante conocidos. Hope you like it!



3.3. Teoría de la escritura

Cuando hablamos de escritura y caligrafía, debemos de tener siempre presentes cuatro conceptos: el trazo, que es la modulación de la línea que forma la letra, la forma, es decir, la anchura del trazo, que es a su vez modulable, teniendo cada letra partes más anchas y partes más estrechas (es importante que en la escritura el útil que se emplea lleve siempre la misma dirección y se mantenga su posición), la dirección u orientación del trazo, y por último la gestualidad, la terminación de un trazo puede denotar el tipo de útil que has empleado, el tipo de tinta, la velocidad de la línea, la intensidad…

3.2. Estilos caligráficos


Partiremos del alfabeto latino, y en este post intentaremos ver cómo ha evolucionado hasta llegar al alfabeto que conocemos actualmente.

Comenzaremos con la capital romana, del siglo I d.C. Su principal aportación fue el concepto propio de mayúscula, ya que era un alfabeto formado solamente por mayúsculas. En el original, no existían las letras J, U y W, estos caracteres aparecen con la gótica.



En el siglo II, aparece la uncial, un precedente de las minúsculas, aunque sigue siendo una mezcla de mayúsculas y minúsculas. Se utilizaba en textos cristianos primitivos. Todavía no habían aparecido las terminaciones largas que suben y bajan respecto al cuerpo de la letra.
Es la semiuncial la considerada como origen de la minúscula. Estos caracteres se parecen mucho a los que hoy en día conocemos. Una de sus peculiaridades es la N, que sigue siendo mayúscula.


En el siglo XIV-XV aparece la carolingia, en la que la T sigue pareciendo mayúscula.


Después de ella, surge la gótica. Es también en esta época cuando nace la imprenta, por lo que los tipos móviles fabricados entonces trataron de imitar esta escritura, como dije en posts anteriores. Se trata de un tipo de letra muy ornamental, utilizada en libros religiosos (ya que prácticamente todos los escritos de la época eran religiosos). Son letras muy cuadradas y estrechas con la finalidad de aprovechar el papel, que entonces era muy costoso. El espacio entre las letras también era muy pequeño.
Otra de las nuevas incorporaciones de la gótica fue la aparición de la J, la U y la W, y además nace también el punto de la i.


La letra humanista es del renacimiento, y se parece aún más que las anteriores a la minúscula actual.


La escritura barroca es muy decorativa, ya que el barroco era fundamentalmente eso, ornamentación en todo. Algunas de ellas son la Copperplate y la Round Hand.

Copperplate                                       Round Hand

Y por último, encontramos las modernas.






3.1. Historia de la escritura

La historia de la escritura comienza mucho antes que la historia de la tipografía. Aparece en torno al año 4.000 a.C., hablando de elementos que se hayan conocido, porque existe el problema de la antigüedad es la dificultad de que lleguen a la actualidad testimonios que puedan valorarse. 
En cuanto a la escritura, de esa época solo conocemos la escritura rupestre, ya que esta estaba resguardada, lo que fomentaba su conservación. Cabe la posibilidad de que entonces utilizaran otro tipo de soporte, pero no ha perdurado, y no podemos saberlo.

La primera escritura que conocemos es la cuneiforme, que era incisa o incisiva, es decir, se realizaba haciendo una incisión en un soporte blando o arcilloso. Aún no tenía alfabeto.
En aquel entonces, la escritura servía para tomar testimonio de las transacciones comerciales, ventas…

Lo siguiente que aparece son los jeroglíficos de Egipto, en torno a 3.200 a.C., que es también una escritura incisiva, pero en este caso no son letras, sino pequeños pictogramas, pequeños iconos.

Lo característico de la escritura china es que es una escritura silábica, cada uno de sus iconos se corresponde con una sílaba.


Este es el Código Hammurabi, que más que ser importante por su relieve, lo es por la inscripción que lleva: uno de los primeros alfabetos que se conocen.


Y esta es la Piedra Rosetta, en la que viene escrito un código civil en tres lenguajes distintos: jeroglífico, demótico y griego uncial.


El alfabeto que hoy en día conocemos tiene su primer precedente en el alfabeto fenicio, de 1.500 a.C.

Posteriormente, aparecen el alfabeto etrusco, que los romanos usaron para construir el alfabeto latino, incluyendo también las letras mayúsculas, y el griego, al cual debemos el término “alfabeto” (alfa+beta, que son las dos primeras letras de este alfabeto).
Hasta después de la aparición de este último, ni siquiera se escribía con espacio entre los caracteres. La idea de espaciar y dividir las palabras es posterior al alfabeto griego, y tampoco se escribía con signos de puntuación. Pero el vector de lectura sí que era el mismo que el actual (de izquierda a derecha).

También podemos nombrar la escritura árabe, dentro de la cual están la cúfica, que fue la primera de ellas, y que es una escritura muy ornamental, muy orientada a la decoración y a lo sagrado, y la naskli, que es la versión moderna, la que se usa a día de hoy.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Línea temporal; La historia de la tipografía

Hola, hola, amigos.

Como último post de esta segunda unidad he elaborado esta línea del tiempo sobre la historia de la tipografía en el programa Prezi. Hope you like it!


jueves, 12 de noviembre de 2015

Espécimen tipográfico


A continuación os adjunto el espécimen tipográfico de la tipografía Sabon de Jan Tschichold que también hemos tenido que elaborar para la asignatura.


Espero que os guste, un saludo, amiguitos de Blogger.


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Tipógrafo ilustre; Jan Tschichold


Jan Tschichold nació en Leipzig en 1902, hijo de un rotulista y pintor de letreros de origen eslovaco. Decidió convertirse en profesor de dibujo, para lo que se trasladó a Grimma. En su tiempo libre, se dedicaba al estudio de la caligrafía, y conoció una traducción alemana del Writing & Illuminating & Lettering de Edward Johnston y la obra de Rudolf von Larisch sobre letras ornamentales, y comenzó a interesarse por el diseño de tipografías. Se fue a estudiar a la Academia de Artes Gráficas de Leipzig, donde fue admitido como alumno de Herman Delitsch, con quien aprendió caligrafía, grabado y encuadernación. Sus conocimientos de francés y latín adquiridos en Grimma, le sirvieron para introducirse en la tipografía clásica. Estuvo muy interesado en Rudolf Koch, especialmente en su Maximiliam Gothic y dedicaba mucho tiempo estudiando los libros de la biblioteca de la Federación de Impresores de Leipzig, donde comenzó a familiarizarse con la tipografía clásica y empezó a coleccionar impresos antiguos. Entre 1921 y 1925 dibujó numerosos carteles caligráficos y comenzó a ser conocido como calígrafo y rotulista. 

Con la aparición de las vanguardias, comenzó a interesarse por el Suprematismo y el Constructivismo, y conoció la primera gran exposición de la Bauhaus en Weimar y el catálogo que había diseñado Herbert Bayer para la ocasión. El giro radical de su concepción tipográfica quedará en evidencia en un cartel para el editor de Varsovia Philobiblon en el que aplica las nuevas ideas del Movimiento Moderno con una composición asimétrica e inclinada.

Estas ideas le van separando de la tipografía tradicional, y en octubre de 1925 publica Typographische Mitteilungen, un manifiesto que recogía una serie de principios.

En 1926, por recomendación de Paul Renner, fue a Munich para enseñar en la Escuela de Artes Gráficas, y fue allí donde hizo sus célebres carteles de cine para el Phoebus Palace en los que utilizaba tipografía, fotos y colores planos. En 1928 diseñaría y publicaría su primer libro: Die neue Typographie.


El libro de Tschichold fue el primero concebido para diseñadores tipográficos y recogía las innovaciones que estaba introduciendo el Movimiento Moderno en aquellos años. 


Estaba compuesto en A5, encuadernado en negro con una parte del lomo en plata y compuesto en palo seco, utilizando versales y caja baja. La influencia del libro quedó limitada a países de lengua alemana, pues pasó mucho tiempo hasta que fue traducido a otras lenguas. 

Jan publicó muchas obras más, y además sufrió las consecuencias de la llegada de Hitler a la cancillería. Su casa fue registrada, y él y su esposa fueron detenidos, su contrato como profesor fue rescindido y tuvo de escapar del país hasta Suiza.

Ya en Alemania, Tschichold se había iniciado en el diseño de tipos para los nuevos sistemas de fotocomposición, había diseñado un alfabeto universal con variantes fonéticas, pero sin que pasara de un nivel experimental.

Durante sus años en Suiza, Tschichold se dedicó al diseño de libros en los que la composición asimétrica y otras ideas modernas eran menos aplicables que en los carteles, y alcanzó cierta conciliación entre tradición y vanguardia y con ello desarrolló un lenguaje más rico y flexible.

Sus diseños para Birkhäuser Classics interesaron a los responsables de Penguin, en el Reino Unido. Allan Lane deseaba modificar el diseño y Oliver Simon sugirió el nombre de Tschichold, quien no pudo aceptar la proposición hasta 1947.

Este trató de poner en orden las publicaciones de la editorial formulando las «Penguin composition rules» inspiradas en la idea de que la tipografía es un instrumento para establecer una correcta comunicación entre el autor y el lector. Tschichold creó cerca de 500 portadas para Penguin.


http://25-horas.com/aniversario-jan-tschichold-penguin-books/

En 1960, una comisión de impresores alemanes deseosos de un nuevo tipo de letra encargaron a Tschichold la creación de una tipografía que pudiera emplearse tanto en monotipia, linotipia y composición manual sin que fuera distinguible el procedimiento empleado. El estilo debía estar próximo al Monotype Garamond pero un 5 % más estrecho para poder ahorrar espacio. Con estas condiciones, Tschichold dibujó los originales de la futura Sabon en un tamaño diez veces superior al definitivo. El nombre de Sabon se debe a Jacques Sabon, un fundidor francés que trabajó en Francfort con matrices originales de Garamond.


2.4. La tipografía digital

Es en torno a 1980 cuando comenzamos a hablar de ordenador de usuario, cuando surge el concepto de PC (Personal Computer).

En 1984 aparece el primer ordenador, el Macintosh de Apple.


Se necesitaron cuatro ingredientes muy importantes para que surgiera el fenómeno de la autoedición: en primer lugar, la aparición del ordenador personal, como acabo de comentar, y junto a él, otro hardware importante que es la impresora, que afecta bastante al mundo de la tipografía. La primera impresora de tinta aparece en 1988, antes de ellas, eran impresoras matriciales.
Por otro lado, hubo también dos elementos de software importantes desde el punto de vista de la tipografía: la tecnología postscript, que hace que lo que uno está viendo en la pantalla se guarde y se imprima tal cual se ve (WYSIWYG; what you see is what you get). Además, el postcript permite el uso de fuentes vectoriales, no solo de mapa de bits. Y otra cosa importante es la aparición de programas de maquetación (Page Maker) y de diseño tipográfico.
También podemos destacar las fuentes del sistema, fuentes tipográficas que ya vienen predeterminadas cuando instalas el sistema operativo, y que, debido a esto, son las más conocidas.

En los años 80, concretamente en 1984, también empieza una revista especializada en tipografía, la revista Emigre. En esa época aún no existía Internet, por lo que las revistas eran herramientas de cohesión, de intercambio de recursos y conocimientos.

Como tipografías de los años 80 encontramos la Lucida, que tiene muchas variantes, algo característico de esta década. Esta tipografía fue creada por Adobe para que fuera legible en impresiones de todavía muy poca resolución.
La Chicago, una tipografía pixelada diseñada como encargo de Apple para utilizarla en sus pantallas, que en aquel momento no tenían mucha resolución.


Y por último, la Arial, a la que los tipógrafos tienen manía ya que la consideran una copia de la Helvética. Estas son muy parecidas, de hecho, la Arial fue un encargo de Windows para ahorrarse la licencia de la Helvética, porque querían incluirla. Es bastante conocida por el hecho de que va instalada en el sistema operativo de Windows.


Es también en esta década cuando comienza el comercio de tipografías y aparecen las fundiciones digitales, empresas que se dedican a crear fuentes, pero, sobre todo, a comercializarlas. Tienen diseños propios, y también compran diseños a diseñadores. Muchas de las tipografías que se crean son tipografías antiguas digitalizadas. Una de las fundiciones que surge entonces es la Bitstream, que creó tipografías como la Chárter.

Finalmente, en los años 90 nace una fiebre por la tipografía amateur y se populariza el uso del ordenador personal, empezándose a crear tipografías de todo tipo.
Crean la FSI, fundada por Neville Brody y Erik Spiekermann.
De Spiekermann destaca su tipografía Meta, con gran cantidad de variables.


La Verdana también es muy conocida, creada por Mattew Carter en el año 1996. Es una tipografía pensada para la pantalla, es la Helvética de la pantalla.


Como podemos ver, a finales del siglo XX surgen tipografías pensadas para otro tipo de usos, como son las pantallas y las impresoras. A esto debemos sumarle que en la actualidad, el mundo de la tipografía y del diseño en general se ha multiplicado. Con esto quiero decir que si estos mundos se multiplican, aumenta por lo tanto el número de tipografías, fuentes, uso de programas, etc. Por eso, antes podíamos determinar más fácilmente cuáles eran las tipografías importantes de cada época, ya que no aparecían tantas como hoy en día.



lunes, 2 de noviembre de 2015

2.3. Tipografía en el siglo XX

A comienzos de siglo, en el año 1900 empiezan a aparecer las primeras vanguardias, aunque aún conviven con el Art Nouveau (modernismo en España), movimiento muy influenciado por la pintura, y considerado precursor del diseño gráfico.
La cartelería del Art Nouveau tiene todos los elementos característicos del diseño gráfico actual: la combinación de textos e imágenes, el fin de publicitar algo, etc, aunque, al ser los primeros intentos, no tienen el texto totalmente integrado. En estos carteles empleaban tipografías muy artísticas, dibujadas a mano.
El Art Nouveau se opone a la industrialización, que no cuida la estética de los carteles y los elementos gráficos, a técnicas como la impresión de titulares con tipos de madera, y defiende la belleza, el estilo y la línea.

Como tipografías de esta época podemos destacar la Arnold Böcklin, la Gismonda, la Isadora…


Pero además, en paralelo a todo esto, nacen las primeras letras sans serif (de palo seco), y de todas ellas, destaca la Akzidenz Grotesk, que realmente aparece a finales del siglo XIX, y es una tipografía revolucionaria, precursora de importantes fuentes de palo seco, como la Helvética.


También aparecen entonces la Franklin Gothic y la News Gothic.

En 1910, podemos destacar la aparición de los caligramas de Apollinaire, una técnica muy interesante que ha influenciado mucho en el mundo del diseño gráfico, y, lo que también fue realmente revolucionario fue la utilización de la tipografía en el Futurismo. Por ejemplo, Marinetti, que no era dibujante ni pintor, hacía textos teóricos, que parecían más partituras musicales que libros. Estaban plagados de onomatopeyas y estaban pensados para recitarse.
Ambos rompen las reglas de composición muy rígidas y abordan la libertad de poder componer en muchas direcciones.


Mientras esto ocurría en Italia, en Inglaterra, Edward Johnston crea la tipografía Johnston Underground, primera que utilizó el metro de Londres, y también creó su logo.



La década de 1920 es un periodo en el cual se intenta recuperar aquello que se había perdido en las contiendas, para lo cual surgen movimientos, el más importante de ellos fue la creación de la Escuela Bauhaus en Alemania.

Esta escuela tuvo un gran impacto, sobre todo en el mundo del diseño, aunque su periodo de actividad fuera corto (1919-1933).
Su propósito era intentar conectar el mundo de la industria con el del arte, que es nada más y nada menos que la filosofía del diseño.
Las tipografías de la escuela comenzaron a llamar la atención de diseñadores, tenían ciertas características propias del estilo de la Bauhaus, y Jan Tschichold decidió teorizar este estilo. Este señor, aparte de ser diseñador y tipógrafo, escribió varios libros importantes sobre tipografía, entre ellos “La nueva tipografía”, libro que escribió después de asistir a la exposición de la Bauhaus. Quedó impactado por este estilo tipográfico totalmente nuevo y fácilmente reconocible.

(Próximamente publicaré un post sobre él, y su tipografía Sabon)

En estos años también encontramos la Universal, de Herbert Bayer, muy característica del periodo de la Bauhaus, formada por formas geométricas simples, que no favorece la legibilidad, por lo que es utilizada sólo en titulares, la Futura, una tipografía de Paul Renner, también con formas muy simples, y la Architype, de Van Doesburg, que simula píxeles, con formas cuadradas, muy moderna para el momento.

La Segunda Guerra Mundial supuso un parón en el mundo del diseño: en la década de 1930 apenas se produjo nada, y muchos artistas tuvieron que huir del país.
El movimiento nazi creó una propia iconografía, una propia estética, recuperando valores clásicos, como la tipografía tradicional de la Edad Media (tipografía gótica).
Entre ellas, destacamos la Fette Franktur, que fue de las más utilizadas, en carteles por ejemplo.


Los exiliados se refugian en Suiza, haciendo que aparezca el estilo suizo. Éste es una continuación del estilo de la Bauhaus, y su principal rasgo distintivo fue la aparición del uso de retículas para componer.
Como tipografía de estos años está la Gill Sans, muy geométrica, muy del estilo Bauhaus, y muy muy usada en Inglaterra.

En los años 40 sigue estando presente la letra gótica que Hitler eligió como icono de sus diseños. La producción artística descendió mucho, y los únicos diseños que aparecieron fueron sobre la guerra (destacan los carteles propagandísticos). También, es en estos años cuando surgen las tipografías Stencil, basadas en plantillas, lo que era un proceso más rápido y económico.


Sin embargo, lo más innovador de esta época fue la aparición de la rotulación experimental. Empiezan a crearse unas tipografías más peculiares, que no tienen la intención de convertirse en cuerpo de texto, sino en titulares.
Podemos destacar la Van Der Leck, de Bart van der Leck, un pintor, que a partir de sus obras decidió crear esta tipografía con su propio lenguaje de la línea. 


En 1950, se produce la consolidación del estilo suizo: dejó de verse como algo experimental, y se reconoce como tal, empezando además a aparecer en libros.
De este periodo son dos artistas, que justo han fallecido este año: Hermann Zapf y Adrian Frutiger.
Hermann Zapf, creó una serie de tipografías, entre ellas la Zapf Dingbats, una de las primeras Dingbats (tipografías de símbolos) que aparecieron, la Optima, que recuerda al estilo romano, la Palatino, de la que llama la atención su “P” que no cierra del todo, y la Zapfino, una de las handwriting más conocidas.


Y Adrian Frutiger, que tiene dos tipografías muy importantes: una de ellas es la Univers, que además es una de las más importantes del siglo XX, por la cantidad de variables que tiene, y porque incorpora un sistema totalmente diferente de organizar una familia tipográfica. Hasta la Univers, las familias se organizaban en normal, bold y demás, pero Frutiger propuso organizarlo por números: a mayor número, la letra se hacía más negrita, o más cursiva, teniendo una amplia gama de variaciones de un mismo carácter, aumentando su versatilidad. 


Otra de sus tipografías fue la Frutiger, que fue un encargo para la señalética de un  aeropuerto de París.
Y llega la Helvética.


Su diseñador es Max Miedinger, y originalmente no se llamaba así. Fue cuando una fundición americana la compró cuando recibió este nombre y a partir de entonces empezó a tener repercusión, más divulgación y se comercializó.
La Helvética es eficaz tanto para titulares como para cuerpo de texto, y su éxito se debe a su estupenda legibilidad en todo tipo de situaciones.

En los años 60, tiene lugar un acontecimiento bastante importante, nace la fotocomposición, que hace que haya una gran profusión en la creación de tipografías. Estas además empiezan a comercializarse.
También surge el concepto de autoedición, y unos de los primeros métodos fue Letraset, que consistía en escribir ayudándose de unas plantillas, dando un aspecto más profesional que escrito a mano. 


Como tipografías de esta época nombraremos la Eurostyle, una tipografía sans serif, con aspecto cuadrado, y la Avant Garde, de Herb Lubalin, letras de cuerpo grueso, formadas por círculos y líneas rectas, y más allá del diseño de las letras, da la sensación de querer forzar el tracking, llegando a montarse unas letras encima de otras.


También podemos resaltar que empiezan a aparecer los primeros ordenadores, que eran aparatos muy grandes, con pantallas monocromo, y con ciertas características que hoy en día asociamos con lo retro.
También encontramos en estos años la tipografía E 13 B, y muchas en las que empieza a haber cierta fantasía tipográfica, como la Block up.

Y llegamos a los años 70, un periodo vacío, poco productivo sobre todo en comparación con los años 60. ¿Qué hubo entonces? Un diseño gráfico que utilizaba la psicodelia, las deformaciones, y letras puramente dibujadas.